viernes, 1 de enero de 2016
Olentzero sí existe
Hace muchos años que abandoné mi
nido de infancia y con él a todos mis amigos y los lugares que conformaban mi
territorio natural. Tenía diez años y por circunstancias familiares me tuve que
ir a un internado de religiosos. Allí pase siete años de mi vida, salvo los
paréntesis vacacionales en los que retornaba a un entorno que en la medida en
que iban transcurriendo los años se me iba haciendo más ajeno. Todo se iba
transformando y me resultaba a veces difícil reconocer mis escondites favoritos
donde cada vez había más edificios de viviendas o lonjas comerciales. Lo único
que no me era ajeno eran las personas con las que había convivido y estudiado
hasta esa edad.
A pesar del tiempo transcurrido,
todos los años tengo una cita obligada con mi familia y mis recuerdos: Las
Navidades.
En uno de esos retornos decidimos
mi mujer y yo llevar a nuestros dos hijos a ver el “paseíllo” del Olentzero.
Recuerdo que Saioa tenía dos años y yo la llevaba a hombros para que pudiera
ver al personaje entre toda aquella multitud. No era fácil. La gente se movía
por oleadas de un lado a otro para recoger los caramelos que arrojaba la
comitiva. Cuando Olentzero estuvo al alcance de nuestra vista le comenté a mi
mujer: ¡Vaya! ¡Si es Juanjo! Estudió conmigo en la escuela. Y ahí quedó la
anécdota.
Hace unos días, mi tercera hija,
Sui, que tiene ocho años y entonces no había nacido, descubrió en un trastero
de casa todos los regalos empaquetados. Habló con mi mujer y conmigo y la verdad
es que no teníamos una respuesta clara. No satisfecha se fue a hablar con
Saioa, que ahora tiene dieciocho, y le dijo que a lo mejor Olentzero no
existía. La respuesta fue contundente: “Sí existe porque fue con aita a la
escuela”. Esa fue la salida de Saioa cuando con la misma edad que Sui, en el
patio del colegio, sus amigas le dijeron que los Reyes Magos no existían. “Esos
no, pero Olentzero estudió con mi padre”. Y les convenció. Nos hemos enterado
dieciséis años después.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
historia de una adopción
caminos sinuosos
Todos los caminos en la vida son sinuosos. No hay líneas rectas para avanzar porque los obstáculos surgen estratégicamente. La propia exis...
-
Sabemos que todas las épocas convulsas de la vida política y social han de llegar a un punto de sosiego y moderación porque la tensión p...
-
Hay muchas asignaturas pendientes en nuestro sistema educativo. Y la primera es que exista uno. Pero quizá la más importante es la gestión ...
-
Todos estamos esperando el comunicado de ETA que nos confirme lo evidente. Pero me pregunto que va a ser de Batasuna a partir de ahora. Está...